Lubricantes Tradicionales
Durante años, el lubricante seco no ha sido una medida muy notable, ya que el uso de aceites y grasas ha sido la solución más común y habitual para evitar ruidos de chirrido y el gripado en componentes mecánicos como muelles, cadenas o engranajes. Estos lubricantes tradicionales se caracterizan por proporcionar una película que reduce la fricción y protege las superficies en contacto. No obstante, esta solución no es la más actual ni la más efectiva en términos de limpieza y durabilidad a medio-largo plazo.
Para ayudar al buen funcionamiento de las piezas de roce, es necesario lidiar con el principal inconveniente que presentan los aceites y grasas, y es que tienden a atraer y retener polvo, suciedad y otras sustancias contaminantes del ambiente, lo que puede afectar negativamente el rendimiento de las piezas y requerir un mantenimiento más frecuente.
Para mejorar el funcionamiento de las piezas que están en constante fricción, se puede optar por el uso de lubricantes secos. Este tipo de lubricantes aporta una capa de micras limitadas tanto en una superficie metálica, plástica o engomada, con recubrimientos en base de Bisulfuro de Molidbeno, o Grafito.
Beneficios del Lubricante Seco:
- Reducción de la fricción y del desgaste.
- Resistencia al polvo y a la suciedad.
- Durabilidad a largo plazo.
Así pues, el lubricante seco es un excelente tipo de lubricante para la aplicación y el buen funcionamiento de piezas que se someten a una constante fricción.